Si practicas running, cuida tu suelo pélvico

Si practicas running, cuida tu suelo pélvico

Si eres runner, toma consciencia de cómo afecta correr a tu suelo pélvico, y aprende a cuidarlo para prevenir problemas como las pérdidas de orina o el prolapso de órganos.

Según  Kathrine Switzer, la primera corredora en participar en una maratón en Estados Unidos, “el sencillo gesto de poner un pie delante del otro te puede cambiar la vida”. Si tu eres una de esas mujeres que corren,  sabes que este ejercicio no sólo es una prueba de resistencia mental, sino también física. Además de las lesiones más comunes, el running es un factor de debilitamiento del suelo pélvico para las mujeres, que puede derivar en problemas como la incontinencia urinaria o el prolapso de órganos

 

¿Cómo afecta el running al suelo pélvico?

El suelo pélvico es una red de músculos y tejidos que queda en la parte baja de la pelvis, y que tiene la función de sostén de los órganos pélvicos: el útero, la vejiga y los intestinos. Además, el suelo pélvico actúa amortiguando la presión que viene del abdomen hacia la zona pélvica (como por ejemplo en los estornudos). Por todo esto, es importante mantener el suelo pélvico fuerte y sano para prevenir problemas como las pérdidas de orina y mejorar tu salud íntima.

Practicar running de forma habitual es uno de los factores de riesgo que puede dañar nuestro suelo pélvico. ¿Sabes por qué? Al correr, todo nuestro cuerpo recibe impactos de forma cíclica durante un tiempo prolongado (hablamos de una media de 6000 impactos en una hora). En cada zancada, el impacto provoca una presión hacia la zona pélvica, y la musculatura del suelo pélvico se encarga de amortiguarla. Sin embargo, con el tiempo, el exceso de presión hace que el suelo pélvico “ceda” y se debilite.  Y un suelo pélvico débil puede dar origen a problemas como pérdidas de orina (incluso en mujeres jóvenes), molestias en las relaciones sexuales, estreñimiento, dolores de espalda, y un mayor riesgo de prolapso de órganos.

 

¿Qué hago si soy corredora?

Si corres de forma habitual, toma consciencia de tu musculatura pélvica y cómo le afecta correr. Para mantener la salud de tu suelo pélvico es necesario trabajar de forma específica la musculatura del suelo pélvico y el abdomen. Es el modo más eficaz de compensar el exceso de impacto y mantenerlo fuerte.

Si sigues practicando running sin pensar en sus efectos, pueden aparecer problemas derivados como las pérdidas de orina al toser, al estornudar o al correr o cargar peso. También existe riesgo de prolapso de órganos (órganos fuera de su eje o “caídos”). Si tienes algunos de estos síntomas, tu suelo pélvico muestra signos de debilitamiento. En este caso el running está contraindicado porque empeorará su estado y los síntomas.

! ¿Es recomendado el running para mi? Haz el test.

  • Descarga aquí Bwom, la app de salud del suelo pélvico y haz el test (1 minuto)Si tu nivel de atención es 1 o 2, no debería haber problema en practicar el running. En la app encontrarás planes de ejercicios para entrenar tu zona pélvica y así prevenir problemas.
  • Si tu nivel de atención es 3 o superior te recomendamos que vayas a un especialista (fistioterapeuta de suelo pélvico) para que valore tu salud y si el running es indicado para ti. Puedes hacer los ejercicios de Bwom, ya que están adaptados a tus necesidades.

Recuerda que sea cuál sea tu nivel, es necesario fortalecer el suelo pélvico. Si te han recomendado dejar de correr, ¡no te frustres! Piensa que hay muchas otras alternativas deportivas que te ayudarán a mantenerte en forma o que te servirán para poder cambiar durante el tiempo en el que rehabilites tu suelo pélvico. Puedes probar el spinning o el yoga o pilates, que te ayudarán a fortalecer el área pélvica.

 

¿Cómo puedo trabajar el suelo pélvico?

Para ejercitar tu suelo pélvico no necesitas aparatos ni dispositivos, basta con tu cuerpo y 10 minutos 🙂

En nuestra app Bwom, tras hacer el test, accederás a planes de ejercicios personalizados para ti según tus necesidades. Los planes constan de diferentes tipos de ejercicios, la mayoría son ejercicios de kegel y gimnasia abdominal hipopresiva. Si tu objetivo es fortalecer tu suelo pélvico para prevenir los efectos de correr, te recomendamos el plan “Suelo pélvico en forma”.

  • Ejercicios de Kegel: son contracciones voluntarias de la musculatura de la vagina y suelo pélvico. En Bwom te enseñaremos cómo hacerlas.
  • La Gimnasia Abdominal Hipopresiva, o abdominales hipopresivos, son ejercicios que se realizan en posturas específicas y en apnea. Además de tonificar el suelo pélvico por sus contracciones involuntarias, fortalecen la faja abdominal. Es decir, trabajarás a la vez un vientre plano y tonificado con una técnica  “women friendly”, ¡al contrario de los abdominales de toda la vida, que dañan el suelo pélvico!

 hipopresivas-kegel

 

Integra los ejercicios en tu rutina deportiva

Para fortalecer el suelo pélvico no necesitas reservar mucho tiempo de tu día a día. De hecho, si eres runner o practicas deporte, puedes añadirlos a tus ejercicios de estiramiento que realizas al terminar tu entrenamiento. ¡Tan sólo te llevará 10 minutos! Ayúdate descargando la app de Bwom y, tras realizar tu test de suelo pélvico, obtendrás tu evaluación personalizada y podrás empezar a cuidarte con ejercicios personalizados.

¡Si corres para mejorar tu bienestar físico y emocional, piensa que entrenar además tu zona pélvica es necesario para este objetivo! 

¡Descarga Bwom aquí ahora!

(Disponible para iPhone y Android)

2 Comments
  • Deborah
    Posted at 07:08h, 03 octubre Responder

    Why am i just learning about this? I was a runner from age 10 through 35 and the symptoms above were problematic by the time i was 20 and unbearable by 35 when even walking was sometimes a problem. We were all taught about kegels and did them but never as they are discribed in this program. I guess better late than never.

  • Kmyc Cmu
    Posted at 10:10h, 22 junio Responder

    Muscles that are exposed to stress should become stroger not weaker so I doubt that the imapct of running itself weakens pelvic floor. It is more likely that poor pelvic posture (caused by sitting) does not allow pelvic floor to engage correctly.

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