17 ago Conversaciones íntimas: La depresión prenatal
LA DEPRESIÓN NO SIEMPRE APARECE EN EL POSPARTO, CON MOLLY SONSTENG
Conozco a Molly desde hace casi un año. Nos conocimos en una sesión de trabajo que ella
dirige para aumentar la productividad. Es la facilitadora de grupos más divertida que he
conocido. Es una persona creativa que sabe cómo lograr que la gente se abra y encuentre
momentos divertidos en su día a día. ¡Incluso solía referirse a su barriga de embarazada
como “pizza”! Cuando me enteré de su problema con la depresión durante el embarazo, le
pedí que contara su experiencia con la esperanza de que, si alguna de vosotras habéis
experimentado lo mismo, os sintáis menos solas.
¡Aquí está mi conversación con esta impresionante mujer!
Gracias por compartir tu historia con nosotras, Molly. Para empezar, cuéntanos un poco
sobre ti y tu experiencia.
Mi embarazo ha sido increíblemente tranquilo físicamente. Tenía mucho miedo del embarazo:
miedo por el dolor, los cambios en el cuerpo, los cambios en la vida, etc. Aún así, no tuve
ningún problema físico y el bebé está sano. ¡Solo me queda una semana para salir de cuentas!
Sin embargo, para lo que no estaba preparada era para la abrumadora depresión que se
apoderó de buena parte de mi segundo y tercer trimestre. Nunca había sufrido una depresión
de verdad. Obviamente, he estado triste y he tenido malos momentos, pero esto es mucho
más serio. Casi químico. No puedo explicar por qué motivo caigo en una espiral en particular,
en cualquier momento del día y en cualquier situación. La semana pasada estaba sacando
hielo de la cubitera y empecé a llorar con la cabeza hacia atrás y profundos sollozos guturales.
Sin explicación.
¿Recuerdas cuándo empezaste a notar que algo iba mal?
Recuerdo el momento exacto en el que me di cuenta de que era algo más que solo momentos
de tristeza. Acababa de volver de un viaje de negocios y estaba justo en medio de la estación
de tren Penn Station. Ese día era el cumpleaños de mi marido y él estaba de vacaciones con su
familia en Noruega. Llamé a mi madre para saludarla mientras caminaba y perdí la cabeza.
Empecé a llorar como una histérica. Tardé 10 minutos en comprarme una tarjeta de metro. No
entendía qué estaba haciendo y acabé comprando un tique mensual cuando solo tenía la
intención de poner 10 dólares en mi tarjeta.
Finalmente, subí al abarrotado metro cargada con todo el equipaje, me abrí paso hasta un
asiento vacío y lloré durante todo el camino a casa. Me sentí como la típica embarazada
abrumada que está fuera de control y no puede recomponerse. No tenía sentido esconderlo.
Solo tenía que aceptar la situación.
¿Cómo ha sido tu experiencia? ¿Cómo has gestionado tu salud?
Al principio de mi experiencia con la depresión prenatal, dependía mucho de mi marido y mi
madre como apoyo. Mencioné algunas veces a mis amigas que en ocasiones estaba triste, pero
me costaba admitir lo serio que era. Cuando conseguí abrirme más con mis amigas
(especialmente amigas cercanas y verdaderas), sentí que había construido mi propio sistema
de apoyo. Le mencioné mi depresión a mi doctora y, aunque me recomendó varios
profesionales de la salud mental, sentí que no comprendía del todo lo que me estaba
ocurriendo. No ha vuelto a preguntarme sobre el tema desde la primera vez que lo mencioné.
Además, resulta que todos los profesionales que me recomendó estaban fuera de la red, es
decir, no me los cubría el seguro médico. ☹
Lo mejor que hice fue admitir abiertamente que sufría depresión prenatal. Me permitió
aceptar esta parte del proceso y, ante un episodio de depresión, apoyarme en la tristeza en
vez de intentar recomponerme y sonreír. Ahora vivo con ella, en vez de luchar contra ella.
¿Hay algo que desearías haber sabido antes de embarcarte en este viaje?
Supongo que solo desearía que alguien me hubiera advertido de que, a veces, la depresión
llega antes del parto. Aunque los tres primeros meses de la vida del bebé pueden presentar un
gran desafío, el cambio mental hacia la maternidad también puede presentar dificultades
durante el embarazo. No estoy segura de si hubiera cambiado mi opinión sobre quedarme
embarazada, pero, probablemente, hubiera estado más preparada para comprender mejor
esta parte del proceso.
¿Puedes decirnos tres consejos que te funcionaron para las mujeres que también están
experimentando problemas de salud mental durante su embarazo?
1. Habla con tus amigos y familia sobre lo que te está ocurriendo desde el principio. No todo es
de color rosa durante el embarazo, ni física ni mentalmente. Construye ese sistema de apoyo
lo antes posible.
2. No te sientas presionada por estar emocionada. Todos los sentimientos que puedas sentir
hacia tu embarazo son válidos y puedes no sentir emoción (aunque el resto del universo de
saltos de alegría por ti).
3. Busca información sobre el tema para no sentirte tan sola o aislada. Muchas mujeres han
pasado por esto, simplemente no se ha hablado tanto de esto como de los retos del posparto.
Espero que os haya parecido esclarecedor y útil. Por favor, ¡contáctanos si tienes preguntas o necesitas apoyo! Tus síntomas son válidos y reales, y mereces tener la ayuda que necesitas.
Manu Arora
Posted at 10:02h, 03 octubreNice Blog! This is blog is very informative. Thanks for sharing.
femiint
Posted at 06:33h, 26 octubregood blog.. thanks for sharing