21 ene Empoderamiento, liderazgo y bienestar
No es la primera vez que escucharás -o leerás- aquí que el conocimiento es poder, porque nos permite tomar acciones para mejorar nuestra vida. En este post hablaremos de otra relación interesante: el poder y el bienestar. No te asustes, no hablamos de que tengas que convertirte en un personaje de House of Cards, hablamos del poder como la habilidad para cambiar cosas y ejercer un impacto positivo, tanto en ti misma y como en los demás.
Para entenderlo mejor contamos con Isabel Nogueroles, Consejera especializada en Liderazgo y Desarrollo Organizacional, que trabaja con organizaciones y personas para aumentar la efectividad de tu propio liderazgo y el de tus equipos y llevar a las organizaciones al siguiente nivel.
B: Empecemos por lo básico: ¿qué el poder?
I: El poder tiene que ver con gobernarse a una misma y tomar las mejores decisiones para vivir nuestra propia vida de forma auténtica y libre.
Mi mirada es que el poder debe aplicarse para ejercer un liderazgo transformador, no para mandar. Esto significa actuar desde la consciencia para aumentar tu influencia y ejercer un impacto positivo en diferentes dimensiones: en nuestro ámbito profesional, personal, etc. Pero creo que para ejercer un liderazgo positivo hacia fuera siempre hay que empezar desde dentro. Eso es empoderarse.
B: Se habla mucho de empoderamiento últimamente. ¿Qué es para ti empoderarse?
I: Empoderarse es un proceso para tomar el poder, tomar nuestra fuerza, ¡o más bien desbloquear aquello que nos lo impide! Tiene que ver con poner nuestra identidad en valor y actuar según nuestras capacidades para generar la mejor de las contribuciones posibles.
El empoderamiento es un proceso de transformación y de liberación, porque requiere ir superando los estereotipos o creencias internas que nos limitan hasta llegar a ser tu mejor versión, tu yo más auténtico. Lo que nos limita pueden ser estereotipos educacionales o sociales asociados con el género o la edad, a patrones de pensamiento sociales, a apegos emocionales, a patrones de comportamiento enquistados.
Por ejemplo, puede ser que me esté limitando la creencia de que por ser mujer no debería acceder a un tipo de trabajo (estereotipo social de género), o que me sienta culpable porque he decidido invertir dinero en cuidarme y primero van los demás (podría ser un patrón de pensamiento personal por educación), o que debo seguir en una relación que me hace decrecer como persona pero que te crees que te da seguridad (apego).
Para mi empoderarte es librarte de estas creencias, porque de lo contrario el poder lo tienen ellas, que están marcando nuestros actos. Es un proceso que requiere coraje y autenticidad, pero el resultado es muy satisfactorio: poder tomar decisiones libres y coherentes. Me cuido, me hago cargo de mi, me hago competente, disfruto de mi cuerpo como mujer, decido las relaciones que quiero, decido qué es el éxito en mi vida, lidero mi carrera profesional…
B: Suena muy reconfortante, ¿hemos llegado a la relación del poder y el bienestar entonces?
I: ¡Exacto! Tomar decisiones coherentes contigo misma da bienestar. No se trata de tomar decisiones “a mi rollo”, sin tener en cuenta nada más; es tomar decisiones respetándome a mi, a mi cuerpo, a mis emociones y a mi entorno, tejiendo relaciones saludables. Tomar el control de ti misma da tranquilidad, satisfacción, bienestar.
Cuando más empoderada te sientes más te cuidas y más te respetas, pero también
¿Habéis comprobado que cuanto más empoderada te sientes, más te cuidas, más te respetas, más aportas, más a gusto estás con las personas que te rodean y más irradias tu belleza interior?
B: ¿Y qué pasa con el liderazgo, el poder sobre los otros?
I: Al empoderarnos como personas, como mujeres, gozamos de una mejor salud física, mental y emocional, y somos capaces de ocupar posiciones de liderazgo en los sistemas a los que pertenecemos. En las mujeres además el empoderamiento nos permite derribar el estereotipo de género y acceder a puestos que nos habían sido vetados.
Lo mejor es que una mujer empoderada puede ayudar a otras mujeres, ya sea con un apoyo personal o actuando como role model, y eso nos hace crecer a todos como sociedad. Una sociedad donde la diversidad sea fuente de enriquecimiento y eso requiere liderazgo a todos los niveles.
Yo no me enganché a House of Cards (este sistema ya lo tengo muy visto) pero si a Borgen, una historia de ejercicio de poder cuya protagonista nos muestra la valentía que supone empoderarse y ejercer un liderazgo consciente, colectivo y sostenible. ¡La recomiendo!
B: ¡Genial! ¿Y alguna recomendación para empezar?
I: Tomar consciencia de los estereotipos y creencias que nos limitan. Lo más importante es no autoengañarse y hacer un amago de “sobreautoestima”. Hay que conocerse y respetarse. Recomiendo el libro de Maureen Murdock “Ser mujer un viaje heroico”, donde nos explica este proceso con gran pedagogía.
Hoy me preguntas sobre las mujeres, aunque esta no es sólo una cuestión de mujeres, el liderazgo transformador no tiene género y es diverso y, por ello, hay que concienciar a la sociedad entera a que no se pierda una parte muy importante de talento. Hay muchos compañeros hombres en el camino que apoyan a un futuro mejor para sus compañeras y sus hijas.
Os dejo con una pregunta inspiradora, ¿Qué decisiones son importantes que tomes hoy que te acerquen a ejercer de forma más efectiva tu poder y liderazgo mañana?
*Helena Torras CEO de B-wom con Isabel Noguerolés de LIDERAZGO3D
Isabel Noguerolés Caparrós
Consejera en Liderazgo, LIDERAZGO3D-CORE Leadership
Socia Fundadora y miembro Patronato Fundación Capitalismo Consciente
www.liderazgo3d.com
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